El espacio de diseño y arquitectura de Amanecer Pinturas

Salone del Mobile. Milano 2021

La vitrina de muebles y accesorios más importante del mundo retornó en setiembre pasado, luego de una forzada pausa. 

Por Martín Álvarez.

En 1961 se inaugura en Milán, Italia, el Salone del Mobile para promocionar la industria de muebles y accesorios, y motivar la exportación de sus productos. 60 años después se ha convertido en el referente mundial más importante en el rubro, convirtiendo a Milán en la capital del diseño y reuniendo en su edición de 2019 a un promedio de 2.500 expositores internacionales, y a 370.000 visitantes de 188 países.

Dos años y medio después de su última edición, la feria estuvo de regreso este año, luego de que su edición del 2020 haya sido cancelada por la pandemia, y su tradicional realización en abril de cada año haya sido pospuesta unas cuantas veces para finalmente abrir sus puertas del 5 al 10 de setiembre. Aunque normalmente el evento se desarrolla en 24 pabellones de exposición, la edición especial del 2021 –llamada supersalone, realizada en el centro de eventos de Rho Fiera—redujo la escala a solamente 4 pabellones con 423 expositores, en una suerte de experimento para regresar paulatinamente a su acostumbrada envergadura.

Pero no solamente la escala fue diferente en el supersalone. Hasta el 2019, el evento estuvo principalmente dirigido a profesionales del área –algunos de ellos expositores, y otros simplemente espectadores de las últimas tendencias en muebles y accesorios impuestas por los emblemas más importantes del mundo—con la participación del público general limitada a ciertos días de la feria. Esto cambió completamente en el supersalone, que permitió el acceso del público general todos los días de exposición. Además, por primera vez se permitió la adquisición de piezas en exposición directamente dentro del evento, estableciendo un vínculo mucho más directo entre diseñador y consumidor, haciendo que las piezas de diseño sean más accesibles. 

Otra particularidad de la edición 2021 está relacionada con la disposición física de los espacios de exposición. Los tradicionales “stands” de exhibición que eran asignados a cada marca hasta el 2019 fueron reemplazados por “paredes exhibidoras” hechas con madera laminada, levantadas a través de un sistema modular, en las cuales los diseñadores debían “colgar” sus productos en exhibición. Además de simplificar y organizar el recorrido dentro de los pabellones, una gran ventaja presentada por estas paredes de exhibición es que al término del evento pudieron ser desmontadas para ser reutilizadas y recicladas. Esto era de vital importancia para el curador del evento Stefano Boeri –arquitecto y urbanista italiano nacido en Milán—, quien promovió la sostenibilidad como eje rector del supersalone.


La introducción de esta innovadora manera de exhibir permitió organizar la muestra en zonas temáticas y en itinerarios, estableciendo áreas de exposición, áreas para conferencias, lounges para reuniones comerciales y áreas destinadas para estudiantes y escuelas de diseño provenientes de todo el mundo, quienes incluso tuvieron la oportunidad de exhibir sus proyectos de graduación.

A pesar de las adaptaciones que los organizadores se vieron obligados a hacer debido a la pandemia, la tradición de festejar el diseño no solamente en el centro de eventos sino también con exposiciones e instalaciones en parques, comercios, plazas y galerías distribuidos en toda la ciudad, se mantuvo intacta. De esta forma, Milán envía al resto del mundo un mensaje claro de esperanza para ediciones posteriores: la capital del diseño sigue siendo la misma.


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