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Oxígeno 2024: Una conversación viva sobre el arte contemporáneo

Siete ediciones y una intención que perdura: incentivar la creación artística en el territorio paraguayo. Y, en efecto, acercar el arte contemporáneo a toda la sociedad. En entrevista con uno de sus fundadores, Eugenio Mendonca, identificamos los elementos que nos permiten definir a la feria como un diálogo activo entre los artistas y su comunidad. 


Texto: Micaela Cattáneo 

Fotos: Gentileza, tomadas por alumnos de la escuela El Faro

El punto de partida. Oxígeno inició en 2018, con un evento que reunió obras de 20 artistas en la Fundación Texo, en el marco de la Noche de los Museos de aquel año. “El proyecto creció mucho en siete años”, afirma uno de sus impulsores, Eugenio Mendonca. En la reciente edición, la selección de artistas llegó a más de 60, cuyas piezas fueron expuestas a lo largo y ancho de las dos plantas que conforman el Puerto de Asunción. 

“Este año quisimos hacer algo que salga un poco de la escala habitual; mirar al evento desde un enfoque macro, empezando por la elección del lugar. Nos la jugamos y fue único. Vimos, además, cómo creció el proyecto en cuanto a la aceptación de todo el sistema de arte, tanto de artistas como de las galerías, que por primera vez formaron parte del encuentro”, asegura.

Recuerdos. Más que una regresión a escenas de otras ediciones de la feria, es una revisión constante a los propósitos que la construyeron. Volver a esas hipótesis ayuda a consolidar la evolución de Oxígeno. “Con Silvana Nuovo, la otra fundadora del proyecto, conocemos la realidad que atraviesan los artistas de Paraguay. Por eso, la intención es la misma desde el principio: incentivarlos a seguir creando”, explica. 

Asimismo, sostienen la idea de abrir el espacio a una convocatoria masiva y no pensada exclusivamente para un grupo. “Que sea una fiesta de fin de semana donde miles de personas puedan ver lo que están haciendo los artistas de nuestro país”, asegura. 

Novedades. La edición 2024 estuvo cargada de propuestas artísticas. Además de las obras expuestas por los artistas seleccionados, la programación incluyó contenidos de otros proyectos de la escena local, como Cine de Barrio, la fiesta Bolivia Tropical, Ojo Salvaje, MUVI: Museo Vivo, entre otros. “Desde hace un tiempo queremos ser una fiesta cultural antes que una feria de arte”, destaca Eugenio, comentando cuán importante fue esta fusión para darle vida a todos los paisajes del Puerto. “Entendemos que, hoy, el arte contemporáneo es percibido desde diferentes enfoques”, añade. 

Por otro lado, la narrativa que guía la exposición es el resultado de los referentes que, cada año, forman parte del Comité de Selección, cuya misión es elegir a los artistas que participarán del espacio con sus obras, a partir de las postulaciones recibidas en la convocatoria anual. Este año, el Comité estuvo integrado por el coleccionista de arte colombiano, José Darío Gutierrez; la gestora cultural Carolina Pampliega, argentina; y como representante nacional, el crítico de arte y director del Museo del Barro, Ticio Escobar.  

La pluralidad de miradas que define al Comité es una decisión que democratiza la selección. “Buscamos perspectivas del exterior para que, por un lado, esté presente la imparcialidad y, por otro, la visión global de la producción artística. Los ojos del referente local ayudan a contextualizar algunas obras, sobre todo porque muchas veces tocan problemáticas o temas propios de este territorio”, señala.

Reflexiones. Los artistas seleccionados con sus respectivas miradas del arte contemporáneo tejen un discurso que destaca por sus matices y abre infinitas oportunidades al intercambio de conocimientos, sobre todo intergeneracional. “Hay artistas emergentes y con trayectoria, lo que permite ver hacia dónde va la producción artística. Y más allá de las distancias temporales, muchas veces observamos que las preocupaciones son las mismas”, detalla. 

Oxígeno busca reflejar esta diversidad con el fin de que cada visitante haga una lectura propia de lo que ve y siente en las obras. ¿Hay posturas opuestas? Sí. ¿Hay temas en común? También. La preservación de la naturaleza, la sexualidad y las diferencias sociales son algunos de los que priman en los lienzos. “Todo lo que mostramos, tal vez, no sea decorativo, pero sí invita a reflexionar”, analiza.

Intervención de otros. Los aliados han sido claves en el proceso de Oxígeno. Y, de hecho, muchos de ellos, son los que otorgan los reconocimientos al cierre de cada edición. Los premios, en su mayoría, son residencias artísticas en Paraguay y otras partes del mundo. 


Los artistas Paz Moreno Re y Robinson Cristaldo fueron premiados con la Residencia en La Nave, en Escobar (Argentina); Valeria Franco recibió el pase a la Residencia Open Borders/Fronteras, en Brescia (Italia), y Esteban Duarte accedió a la residencia Entrecruces, en una comunidad de artesanos de nuestro país. 

Trama Escarlata de Paz Moreno Re.

Raíces Vivas de Robinson Cristaldo.

Fuga de Úteros de Valeria Franco.

Intestinal de Esteban Duarte.

Asimismo, otros aliados reconocieron las propuestas de Adriana González Brun y Mónica González con el premio editorial Impronta, que consiste en una publicación sobre su producción artística. Y, por último, el Premio Fábrica Galería de Arte lo obtuvo Tim MiRaquel, quien podrá llevar sus obras a exposición en este espacio con la curaduría de Osvaldo Salerno. 

Por otra parte, la feria propone también un programa de Adquisiciones, que “a diferencia de lo que se cree, no es un premio; busca acercar a los principales coleccionistas de arte a la feria para que asuman un compromiso de compra y, de esta manera, garantizar la adquisición de las obras”, indica.

Transeúnte de Adriana González Brun.

 

La perecida, primera mitad del díptico en exposición de Tim MiRaquel

La perecida, primera mitad del díptico en exposición de Tim MiRaquel

El cierre. En cada edición de Oxígeno, como en algunas películas, el final es abierto. Cuando termina el evento, se abre un abanico de posibilidades: “mirarnos como una plataforma de difusión y comercialización de arte contemporáneo; generar otros espacios de encuentro a lo largo del año más allá de la feria central y salir de Asunción para descentralizar lo que sucede en torno a las artes visuales y así enriquecer la escena”, describe Mendonca sobre cómo se imaginan a futuro. 

“Es un movimiento que está creciendo. Este año, ingresaron más de 5.000 personas en un fin de semana, un indicador del entusiasmo que hay alrededor de la cultura. Y eso no tiene que ver solo con nosotros, sino con un montón de gente que está haciendo cosas. Estamos viviendo una nueva era para el arte en Paraguay”, concluye.

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