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Historias que tejen memoria

Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay es un capítulo nuevo en las páginas del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Bajo la curaduría de Lia Colombino, la muestra explora las posibilidades artísticas en torno al tejido a través de la obra de diez artistas vinculados estrechamente con Paraguay.

Texto: Micaela Cattáneo 

Fotos: Nacho Iasparra, gentileza MALBA


Buenos Aires y el arte es una historia de amor a la que siempre vale la pena volver, más aún si el relato incluye un capítulo sobre obras de Paraguay. Desde principios de abril, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) alberga una muestra que intenta recuperar las prácticas que algunos artistas paraguayos han desarrollado en torno al textil.

 Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay reúne objetos e instalaciones hechas por Marcos Benítez, Félix Cardozo, Claudia Casarino, Feliciano Centurión, Arnaldo Cristaldo, Ricardo Migliorisi, Mónica Millán, Osvaldo Salerno, Joaquín Sánchez y Karina Yaluk, entre 1993 y 2022.

“Algunos de ellos adoptan tipos tradicionales de tejido (como el ñandutí, el aó po’í, el poyví y el encaje yú, de hondas raíces precoloniales y coloniales) para explorar en tiempo presente cuestiones locales. Otros renuevan operaciones de bordado, estampado o montaje para hilar relatos sobre el rol de las mujeres, el trabajo, el medio ambiente, la lengua que nos habita y sus traducciones”, escribe la curadora Lia Colombino en el texto que abre la exposición.


Como parte del equipo del Museo del Barro, Colombino ha trabajado de cerca con artistas visuales que han tomado pautas textiles, populares o no, para el desarrollo de sus obras. Por eso, desarrollar esta materialidad en una muestra no le resultaba una tarea desconocida.

“Me interesaba no solo la cuestión de lo popular y del registro artesanal, también el doméstico o el masivo, además del íntimo, y una apelación a cierta memoria; a cierta historia que está muy plagada de mitos y de construcciones, de edificaciones de lo identitario que muchas veces no tienen correlato en la realidad concreta”, explica.

“Fui buscando obra, la que conocía y la que no tanto, y así salió una selección que creo que quedó ajustada, y a la vez es una muestra diversa y sobria. Luego, con algunos artistas trabajé versiones de sus obras para adaptarlas al espacio del Museo. Tuve mucha colaboración de los artistas. Creo que como en cualquier curaduría, hay una narración que se va desentrañando con cada obra y que en su conjunto busca, desde la imagen, reflexionar sobre historias, situaciones, problemas”, añade.

Un poema sobre el tejido 

Las piezas de la muestra se entrelazan a través de un hilo narrativo que se hace poema durante el recorrido. Feliciano Centurión y Félix Cardozo aparecen en la primera parte de la exposición, enmarcando al textil como abrigo; como elemento cultural que representa protección.

A la izquierda: Corazón siempre vivo, Te quiero y Soy el viento que nunca muere; todos bordados sobre telas montadas en frazadas de lana. A la derecha: Sin título. Pintura acrílica sobre frazada industrial. Todas son obras de Feliciano Centurión.



Pire (Piel). Manta de algodón tejida al telar y bordada, de Félix Cardozo.

La mirada, luego, encuentra refugio en la obra de la artista Karina Yaluk, que imprime sin literalidades recuerdos de lo cotidiano. A unos pasos, la producción artística de Marcos Benítez invita a una caminata entre telas que cargan el cuerpo de algunos árboles (samu’u, yva povo, pindo, entre otros), para reflexionar sobre la naturaleza perdida.

Ao. Proyecto Herbolario. Materiales orgánicos impresos sobre tela, de Marcos Benítez. 

Ricarado Migliorisi es el centro de atención de la muestra con una obra “que no tiene que ver con la tradición popular del tejido, sin embargo, guarda relación con aquella burguesía que busca parecerse a sus pares de las metrópolis y durante años ha consumido paisajes ajenos”, señala el sitio web del MALBA.

El gran manto. Gobelinos bordados en punto cruz y cosidos transversalmente sobre base arpillera, de Ricardo Migliorisi.

En la otra mitad del espacio hablan Arnaldo Cristaldo y Joaquín Sánchez a través de obras que reinterpretan los símbolos patrios con formas que no siguen un orden. Por su parte, Osvaldo Salerno toma la realidad de la política lingüística del país y la revierte con una propuesta en espejo.

Wage die Stille (Atrévete al silencio). Tela bordada industrialmente y alfileres de gancho, de Osvaldo Salerno.

Las obras de Joaquín Sánchez, Claudia Casarino y Mónica Millán montan la escena final de la muestra, poniendo a las comunidades que trabajan en torno al tejido tradicional como protagonistas de sus historias. Sánchez puntualiza sobre el lugar que ocupan las esposas en el matrimonio; Casarino aborda sobre los roles asignados al género femenino; “sobre las mujeres, sus cuerpos y el trabajo”, menciona la autora, y Millán homenajea los rostros y paisajes que mantienen vivo el legado artesanal.


Corollas. Bolsas de plastillera y encajes de ñandutí, de Claudia Casarino. Atrás: Rosa Guillermina. Encaje yú, bordado en hilo de algodón y fotografía, de Mónica Millán y Petrona Martínez. Adelante: Situación de estudio: El vértigo de lo lento. Encaje yú y croché, hilos de algodón, de Mónica Millán. 

Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay estará disponible en el MALBA hasta el 2 de agosto de este año, conquistando los corazones de quienes se emocionan viviendo en primera persona la historia de amor entre Buenos Aires y el arte.



 

 



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