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No Están Solos: una mirada a la realidad del Chaco paraguayo

De la mano del director Mathias Maciel, del compositor Fran Villalba y del equipo de animación de Zet Studios, la nueva miniserie paraguaya No Están Solos busca generar conciencia sobre la crisis climática y la situación de los pueblos indígenas chaqueños.

Texto: Micaela Cattáneo 

Fotos: Gentileza (Zet Studios)


Los incendios forestales ocurridos en 2019 en el Chaco paraguayo generaron conmoción en la gente, especialmente en Mathias Maciel, un joven animador encarnaceno que inmediatamente pensó cómo podía contar la realidad sociocultural que atravesaba este territorio paraguayo.

No Están Solos es la forma que encontró de visibilizar los hechos que ocurren desde hace años en la región occidental del país. Se trata de una miniserie animada de tres capítulos que, además de concientizar sobre la preservación y conservación de la fauna y flora silvestre, acerca las expresiones artísticas de los pueblos indígenas chaqueños.

El primer episodio es un homenaje al arte del indígena nivaclé Clemente Juliuz, quien falleció hace aproximadamente dos años, y narra la constante amenaza que sufre la biodiversidad chaqueña desde hace tiempo. La historia tiene de protagonistas a una mamá armadillo y su hijo, quienes viven tranquilamente en el norte de esta región hasta que un día una topadora arrasa por completo con su hogar, el bosque.

El corto no tiene diálogos, pero sí un relato musical que transita por todos los estados de los personajes. A cargo del compositor Fran Villalba, la banda sonora de No Están Solos es un viaje en sí mismo a lo más autóctono de nuestro país. “Lo primero que pensé cuando leí el guión es que tenía que estar presente el sonido del arpa paraguaya porque, aunque el tema de la deforestación es universal, la historia es local, sucede aquí en Paraguay”, comenta el músico.

Y continúa: “Lo segundo que pensé es que debía incluir un 6x8, que es el ritmo de la polka paraguaya. Y así, con estos elementos, empecé a darle forma al tejido musical. Luego, para la mamá armadillo y su hijo compuse un motivo melódico que funcionara como pregunta y respuesta, como una conversación, y a cada uno lo representé con un instrumento; en este caso, con el clarinete y la flauta traversa, respectivamente”.

La propuesta se completó con una intervención de Maciel, guionista y director de la obra. “Fran supo captar a la perfección lo que necesitaba transmitir con la historia, pero lo único que le pedí es que al final hubiera un silencio. Lo imaginaba así por el sentido metafórico de este elemento, porque si se mueren todos los árboles del Chaco, hay silencio”, revela Mathias sobre el proceso.

“Me pareció interesante esta sugerencia porque el silencio abre un espacio para la reflexión”, señala Fran, quien ya había abordado la música para una historia indígena en otra producción nacional, específicamente en la película Yaca, de Ramiro Gómez, próxima a estrenarse. “Investigando, aprendí que los indígenas a nosotros nos llaman ‘los paraguayos’, entonces, partiendo de esta información, me pareció importante transmitir en la banda sonora su mirada sobre su contexto”, declara.

Y explica: “La naturaleza siempre existió para ellos, era su fuente de alimentación, pero ahora todo es distinto porque nos apropiamos de sus territorios. Por eso, para plasmar esa mirada sobre su realidad, conecté con su música utilizando también instrumentos que están presentes en su cultura, como la charcha, un instrumento percusivo hecho de pezuñas de animales”.

En sintonía con la universalidad de la trama, agregó percusiones más modernas a la fusión. “Es una narrativa musical de contrastes porque pasan muchas cosas en los tres minutos que dura el corto”, menciona, y nombra a los músicos que construyeron el relato con sus instrumentos: Sixto Corbalán en el arpa paraguaya, José Cabrera en el clarinete, Ana Armadans en la flauta, Fran Villalba en la charcha, y René Ayala en la wankara.

La historia continúa

El primer capítulo de No Están Solos está disponible actualmente en la plataforma de streaming nacional Kili Video, de manera gratuita. El segundo episodio está en desarrollo y su trama se centra en la quema intencionada de los bosques nativos, la cual será contada a través de las pinturas del artista indígena enlhet Lanto’oy Unruh.

La tercera y última entrega de esta primera temporada narrará la persecución que hubo contra el pueblo ayoreo que vive en aislamiento voluntario. “Mi sueño es que se pueda proyectar en el Chaco. Además, me gustaría hacer una segunda temporada con más capítulos y de mayor duración”, revela el director.

El equipo de animación de la serie estuvo conformado por José Araujo, Alan Paiva y Andrea Osorio. El material, que resultó ganador del primer lugar en la modalidad “Proyecto Creativo en el Ámbito Digital” del Concurso Nacional de Innovación Desafío Juventud 2022, cuenta con el apoyo de Iniciativa Amotocodie y la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual.

Link del trailer: https://www.youtube.com/watch?v=FlEm4RgnXdw





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