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Vivienda H: la reflexión sobre el contexto

El Estudio 1415 es una oficina emergente de arquitectura con base en Encarnación. En entrevista con los arquitectos Benjamín Benítez, Mauricio Amarilla, y Román Wieczorko –este último fundador del estudio junto a la arquitecta Gessica Gneiting— hablamos sobre la Vivienda H, que se ubica en un área residencial en desarrollo a minutos de la ciudad.

Por Martín Álvarez

Fotografías por Leonardo Méndez, gentileza del Estudio 1415

La vivienda H fue concluida en el 2021, y se ubica en el barrio San Francisco de Cambyretá, municipio aledaño a Encarnación. Esta es una zona principalmente residencial que experimenta un creciente desarrollo en los últimos tiempos, según comentan los arquitectos.

Los propietarios llegaron hasta el estudio habiendo pasado por un proceso previo de desarrollo de un proyecto para el mismo terreno, y con la idea de una casa en dos plantas. Sin embargo, los arquitectos les propusieron aprovechar de manera más eficiente el terreno, configurando todos los espacios en planta baja y generando una serie de aperturas de los espacios interiores hacia los exteriores.

El desnivel natural existente en el terreno también fue aprovechado para generar bloques a diferentes alturas unidos por un volumen de circulación. Además de salvar la diferencia de alturas, esta conexión con cerramientos de vidrio permite un espacio de transición en la vivienda, que suma a la calidad de las sensaciones espaciales al permitir la vista del patio desde su interior. A uno de sus costados se genera también una huerta, realzando aún más el aprovechamiento eficiente de los exteriores.

El programa solicitado por los clientes incluía un área social –sala, cocina, comedor y quincho— y un área íntima con tres dormitorios y un estudio/estar íntimo. “La idea de la vivienda era no excederse innecesariamente en superficies, hacer espacios cómodos, […] con la posibilidad de integrarse a otros espacios conexos. El paquete social se ubica en conexión con la vereda, con la calle, para fortalecer ese vínculo público; y lo que es el área privada al fondo del terreno por una cuestión de resguardo, de privacidad”, comenta Benjamín.

La simplificación del catálogo de materiales es una constante en los proyectos del estudio, y en relación con los utilizados en esta vivienda, Román explica: “se buscó reforzar la tecnología de la casa, la tecnología que no se ve, todo lo que en realidad provee la vivienda una vez que se termina. Se simplifico el catálogo de materiales, […] porque al final de cuentas quien termina completando cada proyecto es el usuario. Eso ayudó a que podamos proponer cierta calidad atérmica en la vivienda dentro de las paredes, en el techo, [un sistema de] recolección de agua de lluvia, un montón de situaciones.”

Además, una premisa de importancia para los arquitectos, es la búsqueda y el uso de materiales que sean coherentes con el contexto de nuestro país. Los elegidos para la vivienda H –ladrillos, hormigón, madera— aparecen a la vista, lo que implicó una atención minuciosa a cada detalle durante el proceso constructivo, con un margen de error muy reducido para lograr conservar la sinceridad de los elementos compositivos.

En ese sentido, Mauricio expresa que buscaron “materiales adecuados para nuestro clima, para aguantar las precipitaciones, el calor. […] Utilizamos el mejor ladrillo común hecho acá en Encarnación, que se hace en una despensa que se llama Lauri, Despensa Lauri y Ladrillos. Se trata de utilizar materiales locales, de buena calidad y sacarles el mayor provecho. [Como ejemplo], se hizo una doble pared con isopor en el medio, para dar aislación térmica. Por otro lado, al no haber un segundo piso [con losa] de hormigón, utilizamos el hormigón de otra forma, generando aleros para proteger, para que nos den sombra.”

El hormigón también aparece en la gran canaleta que recoge aguas de lluvia y que se ubica en el centro del terreno a todo lo largo de la composición, demarcando de igual forma las circulaciones interiores de los volúmenes. En ella desaguan los techos de chapa termoacústica, que están cubiertos por debajo con un cielo raso de madera.

Un dato pintoresco del proyecto es que incluye una vivienda a escala mucho más pequeña, diseñada para los dos perros de los propietarios. Está hecha con los mismos materiales: chapa termoacústica, ladrillos comunes y hormigón, y puede ser desmontable para facilitar la limpieza de los interiores. Hasta las mascotas pueden así disfrutar de la espacialidad planteada por los arquitectos.

Al consultarles sobre el rol del arquitecto en la sociedad actual de Encarnación y sus alrededores, los arquitectos se muestran optimistas ya que consideran que es cada vez más frecuente que las personas acudan a los arquitectos para desarrollar proyectos, entendiendo que esa inversión inicial puede significar un ahorro a largo plazo, ya que les permite prever de manera eficiente los espacios y procesos constructivos, con asesoramiento profesional.

Añaden que desde el estudio tienen una aproximación ética al asesoramiento de sus clientes, ya que muchas veces quienes llegan hasta ellos tienen una idea establecida de lo que quieren construir, pero que podría no ser la más adecuada para el contexto planteado. Señalan que sienten que es su responsabilidad como profesionales generar un proceso de reflexión en conjunto con los comitentes, hasta llegar a una solución apropiada y eficiente para cada caso.

En la actualidad, los propietarios de la Vivienda H adquirieron un terreno contiguo a la vivienda, y los arquitectos se encuentran ejecutando allí la ampliación de la casa, que incluye principalmente funciones de ocio. La confianza de los clientes para encomendarles esta continuación habla de la eficacia de esa reflexión conjunta generada por el estudio, en donde usuarios y arquitectos llegan a un consenso para crear espacios satisfactorios para todos.


Planos proveídos por el estudio.


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