La diseñadora paraguaya Camila Orué crea prendas contemporáneas con tejidos artesanales elaborados en el interior del país. A través de su marca, Ancestral, difunde procesos más conscientes en una industria cada vez más inmersa en los procesos acelerados de la producción en serie.
Texto: Micaela Cattáneo.
Fotos: Guti González, gentileza de Cami Orué.
El fast fashion, o moda rápida, es una realidad en todo el mundo, que ha crecido aceleradamente en las últimas décadas. Según un reporte de la Fundación Ellen MacArthur, en 2050 la producción masiva de textiles podría alcanzar las 300 millones de toneladas por año.
Con estos grandes volúmenes a la venta, la industria incita a los consumidores a comprar ropa constantemente para mantener el armario “actualizado con las tendencias”, sin embargo, esta práctica hace que las prendas tengan una vida útil limitada y se conviertan rápidamente en desechos.
Pese al avance de esta forma de mercado, existen aún marcas que apuestan por los procesos lentos y más conscientes, generando un impacto positivo tanto en los autores de los tejidos como en los consumidores finales. Ancestral, creada por la diseñadora de indumentaria paraguaya Camila Orué, es una de ellas.
Sus diseños son contemporáneos y el resultado de un trabajo en conjunto con las artesanas y los artesanos de Carapeguá, quienes elaboran el encaje ju, el poyví y la faja paraguaya que dan forma a sus propuestas. “Si bien soy diseñadora, me siento más en un lugar de gestión. De hecho, mis diseños son cada vez más simples porque lo importante, para mí, es mostrar el tejido, su proceso artesanal y quién lo hace”, señala Orué.
Y agrega: “Mi objetivo principal con Ancestral es generar abundancia económica a las artesanas y los artesanos, porque la artesanía es su vida”.
Investigar en terreno.
Ancestral es fruto de su tesis de grado, “La artesanía textil y el diseño contemporáneo para una indumentaria más sustentable”. En principio, no la concibió como una marca debido a que aún estaba en pleno desarrollo de prototipos, visitando las casas de las artesanas y los artesanos para comprender el universo de esta práctica tradicional.
Al día de hoy la marca lleva más de cinco años abriendo espacios a la artesanía hecha en Paraguay; creando a partir de un trabajo cercano con sus protagonistas. “El uso de un tejido requiere de mucho estudio previo, de visitar a las artesanas y los artesanos, hablar con ellos, porque son los que tienen el conocimiento. Por eso, los procesos de prueba son largos, incluso de años”, revela.
Aunque sus prendas se centran en el encaje ju, el poyví y la faja paraguaya, ha abordado otros tejidos, como el poncho para’i de 60 listas, específicamente para la línea de productos que presentó -en conjunto con la diseñadora Sandra González y el estilista Matías Irala- en el concurso A+D del IPA. “Para este caso fue super importante hablar con las artesanas de Piribebuy porque el poncho, para su comunidad, es un tejido emblemático y con mucha carga histórica, por ende, consideraban una falta de respeto usarlo para decoración de hogar. Por eso, es primordial estar en contacto con ellas”, explica.
De hecho, los prototipos con el poncho salieron en seis meses, tiempo récord para las experiencias que había tenido hasta entonces. “Ahora estoy iniciando una investigación de teñido con botánica, me encantaría ir más al Chaco. También estoy haciendo prototipos con una comunidad indígena de Alto Paraná, probando diversos hilos para un tejido que hacen con semillas”, revela.
Documentar la cultura artesanal.
Camila, además, está a cargo del vestuario del grupo musical Purahéi Soul, tanto para sus videoclips como para sus presentaciones. “Sentimos que las propuestas entre Ancestral y el grupo conversaban”, comenta sobre el inicio de esta aventura. El año pasado, lanzaron una colección en conjunto y con el apoyo de otras marcas nacionales. “Purahéi busca transmitir en las ropas su propio sonido, esa fusión entre las raíces y lo contemporáneo”, describe.
Recientemente, los acompañó en su gira por Japón, donde tuvo la oportunidad de presentar su marca a través de un pop up store en Harajuku, un barrio conocido por su escena de arte callejero y moda. Allí, y en el momento previo a los shows del dúo en el país asiático, compartió los videos que produjo sobre las artesanas tejiendo a mano. “Quiero ir profundizando en esto, mostrar el proceso artesanal, el rostro de los artesanos. Documentar de las formas que puedo”, menciona.
En ese sentido, le interesa seguir haciendo registros audiovisuales y le encantaría, además, proyectar una instalación. “Más allá del desafío de la rentabilidad, quiero que Ancestral migre hacia el lado artístico para mostrar la cultura del hacer artesanal. Porque es una forma de hacer memoria”, señala y recuerda que, durante el desarrollo de su tesis, llegó a la conclusión de que hacen falta más materiales al respecto.
Aunque el mundo se esté moviendo a pasos agigantados en materia de moda, Camila hace hincapié en la importancia de salvar las prácticas artesanales. “Es cierto que continuamos colonizados, es decir miramos más lo europeo. Pero me parece que, culturalmente, es importante que sigamos teniendo elementos que nos representen. Por eso, mi objetivo es ese: mostrar más para que se valore más”, concluye.
Todas las fotos fueron tomadas en Tokyo, en el marco del pop up store en Harajuku mencionado anteriormente.
