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Niemeyer en el Líbano: Recinto ferial de Trípoli

En enero pasado, la UNESCO incluyó al recinto ferial de Trípoli –proyectado por el renombrado arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y ubicado en el Líbano—en dos listas: la Lista del Patrimonio Mundial y la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.

La ciudad de Trípoli es la segunda ciudad más grande del Líbano, caracterizada por sus actividades portuarias y por ser el centro económico del país. Dentro de un contexto de desarrollo acelerado en la década de los 60 del siglo pasado, el arquitecto Oscar Niemeyer –una de las figuras más reconocidas de la arquitectura moderna latinoamericana— proyectó en 1962 los espacios para el recinto, combinando sus ideas con elementos propios de la arquitectura local de la región. 

Los volúmenes están ubicados en un predio de 10.000 metros cuadrados, y además de contener espacios para exhibiciones y ferias, fueron pensados para espectáculos (se proyectó un innovador escenario giratorio para ellos), juegos para niños, un hotel, e incluso una pista de aterrizaje para helicópteros, entre otros usos. Tras varios años de obstáculos para su construcción, y con las obras considerablemente avanzadas, su conclusión se vio afectada en 1975 por el inicio de una guerra civil en el país que iba a durar más de una década.

La explanada fue escenario de los enfrentamientos, y en las paredes de los volúmenes se conservan hasta hoy rastros de balas. Además, los volúmenes sirvieron para albergar tanques, y varios de sus espacios fueron saqueados durante la guerra. A esto se le suma el inevitable paso del tiempo, que llevó al deterioro de este verdadero patrimonio no solo representativo de la cultura libanesa y árabe, sino de la arquitectura moderna mundial. 

Dentro del conjunto, se destaca el llamado pabellón Libanés. Aunque inconcluso, las formas de su estructura y su ubicación rodeada de estanques preparados para contener agua hacen rememorar inevitablemente al Palacio Itamaraty en Brasilia, proyectado también por el arquitecto brasileño y con similares características.

En el año 2016, una parte del techo de lo que se conoce como pabellón internacional se desmoronó. En un intento por impedir que el deterioro se agudice, en el 2021 el gobierno decidió llamar a un concurso de ideas para convertir a las estructuras sobrevivientes en un centro tecnológico y de negocios que no altere la esencia del proyecto. Si bien un jurado internacional eligió a una propuesta ganadora, que desarrollaba el programa en volúmenes subterráneos, el país iba a entrar en una de las mayores crisis económicas de su historia, poniendo un alto definitivo al proyecto. 

La inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro pone en el foco de la mirada internacional la necesidad urgente de comenzar a aplicar mecanismos de conservación a las estructuras del edificio, ya que debido a sus años el hormigón necesita de urgentes intervenciones para evitar su desmoronamiento por completo.

La designación de Trípoli como ciudad árabe de la cultura del año 2024 se presenta como una excelente oportunidad para acelerar los esfuerzos de conservación y recuperación del recinto ferial, incuestionable testigo de la historia de la ciudad, que relata a través de sus volúmenes una historia demasiado valiosa que vale la pena sea transmitida a generaciones venideras.

Todas las imágenes ©Anthony Saroufim 

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